viernes, 9 de septiembre de 2011

La eternidad de la grandeza. La Familia Diego



Cuadernillo de Bella

1

Cómo llevar a las palabras
la sensación, el roce de tu mano
por vez primera entre la mía.
Su forma frágil, delicada,
su ser, su estar en mí, su suave entrega.
"Esta es la mano, en fin, de tu muchacha",
me dices no sé cómo, mientras siento
"esta es la mano de la niña mía".

Mayor delicia habrá,
si tiempo y suerte quieren.
Ninguna habrá tan absoluta y pura.

2

Reverente imagino tus muñecas
en tus brazos menudos acunadas.
Cómo se llaman, digo. Y me respondes
en una voz que la distancia vela
desde el hondo del patio. Deja. Mira,
tú estás feliz, eres feliz, qué importa.

Tú estás hecha de infancias, niña mía.
tú eres toda de niños. Vida solo.

3

Ya te miro venir, ligera y leve,
volando las escalas del teatro,
la boina al sesgo de tu pelo lacio,
radiante y feliz, hecha de aromas.
Das a mi amigo un libro, me sonríes,
después te vuelves y tu esbelta espalda
escaleras abajo es una música
y es una puertecilla hacia la dicha.

4

Quién sabe cómo fue ni cuándo y dónde
me dijiste que sí, que me entregabas
el huerto de ti misma, paraíso
de magias y delicias y qué glorias.
Y yo ciego de mí te acepto a ciegas
del esplendor terrible de tu llama
tan frágil y menuda entre mis brazos.
Pues tú eres tú y eras la vida y todo
cuanto va desde el júbilo a lo trágico,
desde el alba a las fiestas de la tarde.

5

Y tus muñecas fueron al fin hijos,
oh música del mundo, oh maravilla,
mi cajita de asombros, mi señora!
Y el dueño de tu huerto florecido,
el taciturno, te volvió la espalda,
te dejó a solas con tus juegos mágicos,
los únicos que importan, y lloraste.
¿Cómo pude yo hacer que sollozaras?
¡La boina al sesgo del cabello pulcro,
tú, la del rostro terso, radiante,
quién pudo imaginarte entonces lágrimas!
Y sin embargo fuimos los dos uno,
no se puede ser más, y tú has llorado.

6

Todo es al fin no más un cuento mágico.
Quién sabe cómo, todo cuento acaba.
Yo di su vida a los muñecos tuyos
como un brujo hechizado. Me embrujaste
con solo ser tan niña a vida pura.
Como a través de un vidrio estoy mirándote.
Turbio vidrio mi asombro de saberte
tal cual eres, mi niña desdichada.
Me hechizaste, y en cambio te hice daño.
Mas yo sólo te amé porque tú eras.
Eliseo Diego


Rapi Diego
“La eternidad ignora las costumbres, le da lo mismo rojo que azul tierno, se inclina al gris, al humo, a la ceniza”.
Eliseo Diego








“No es por azar que nacemos en un sitio y no en otro sino para dar testimonio”
Eliseo Diego


Josefina Diego y Eliseo Alberto,los jimaguas


Si me obligan, me robaré La Habana.
L
a romperé, verás, con un martillo.
Traeré de contrabando, en el bolsillo,
la noche, nuestro mar y tu ventana.
Si me obligan, me robaré el pasado.
Me llevaré mi calle y sus portales,
tu juventud, un verso, las postales
de esa islita que el odio me ha negado.
Si me obligan, me robaré La Habana
piedra por piedra, amor, pena por pena.
Mi vida rompo, guardo los pedazos.
Escapo antes que sea de mañana.
Me verás dando tumbos por la arena
como quien lleva a su mujer en brazos.

Eliseo Alberto Diego.




Pajarillo ,zunzún mío,
Que en mi ventana apareces
No te vayas,no me dejes,
Regresa siempre conmigo.
Eres ágil,tienes brío,
En ti todo es emoción
Que consume la pasión,
Siempre vuelas vigilante
Y con tu entrega constante
Alegras mi corazón
Josefina Diego



Testamento
Habiendo llegado al tiempo en que
la penumbra ya no me consuela más             
y me apocan los presagios pequeños;

habiendo llegado a este tiempo;             

y como las heces del café
abren de pronto ahora para mí
sus redondas bocas amargas;             

habiendo llegado a este tiempo;

y perdida ya toda esperanza de             
algún merecido ascenso, de
ver el manar sereno de la sombra;
            
y no poseyendo más que este tiempo;

no poseyendo más, en fin,             
que mi memoria de las noches y
su vibrante delicadeza enorme;             

no poseyendo más
entre cielo y tierra que
mi memoria, que este tiempo;             

decido hacer mi testamento.

Es este:
les dejo
el tiempo, todo el tiempo.
Eliseo Diego

4 comentarios:

  1. ¡¡Entrañables recuerdos!!
    (...lo comparto en mi muro de 'Facebook').
    Gracias con el corazón.

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  2. Ha sido una delicia dedicarle la entrada del día a esta gran familia de la cultura cubana.Una manera de dejar de extrañarlos es conservar en la memoria el talento que en sus diferentes trabajos nos dejaron,su mejor legado,su grandeza.Un abrazo Barbarito

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  3. gracias por el homenaje merecido a la familia Diego y los bellos poemas que lo acompanan, siempre es un placer venir a estas paginas donde el alma cobra alas. Un abrazo grande...

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  4. El placer es veros pasear a diario por este humilde blog.Un gran abrazo Gini.

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